Podemos decir que Patricia Cornwell, después de 16 libros dedicados a los mismos personajes, no nos ha defraudado nunca. Hablamos de la saga de la forense Kay Scarpetta,que ha reclutado a miles de fans y que ha conseguido crear una nueva legión de jóvenes aficionados a la novela negra.
Para los que esto les suene a chino, podemos decir que la saga trata de una forense que se dedica a descubrir a los asesinos de los cadáveres que ella misma trata, junto a Peter Marino (un policía gordo y aficionado a la cerveza), Benton Wesley y Lucy Farinelly (su sobrina), además de algunos personajes más que se van uniendo o alejando durante el desarrollo de la trama.
Cuando he dicho que Cornwell nunca nos defrauda, me refiero a que simplemente da lo que el lector le pide: misterio, descripciones explícitas de las autopsias... Incluso algunas veces nos deleita con recetas italianas cocinadas por la propia forense. Consigue que aprecies a los personajes (incluso al insoportable Marino), que quieras saber más de ellos.
Patricia Cornwell ya tiene todos los 17 libros que componen la saga finiquitados, aunque solo hay publicados 16 en España. Hace pocos minutos he terminado el 16, llamado "Scarpetta", y vaya cómo me ha defraudado. No porque la historia sea mala (aunque las recuerdo mucho mejores), sino porque un lector aficionado a esta saga, lo mínimo que espera del penúltimo libro es un poco de originalidad, pero sobretodo de escándalo. Cuando uno termina el libro, le queda la sensación de que la autora ya está preparando el terreno para terminarlo todo: un par de relaciones se consolidan, se resuelve el caso casi tranquilamente... Vamos, que no deja posibilidad alguna de que desees leerte el último libro, simplemente sabes que lo harás porque es el final de un ciclo.
Pero bueno, de esperanzas se vive (o eso dicen) y yo voy a dar un voto de confianza a Patricia Cornwell. Quiero y espero que en el último estertor de esta saga nos sorprenda, que nos haga estremecer, que vuelva el misterio, los groserías de Pete Marino, la cocina que abre el apetito de Scarpetta, la locura por las armas de Lucy,o las conversaciones algo cómicas entre estos tres personajes. Quien sea aficionado a esta saga, me entenderá.
Y por supuesto, espero que la similitud en el nombre de las entregas 16 y la 17, "Scarpetta" y "El Factor Scarpetta", sea solo eso, precisamente, una similitud en el título de las obras.
Pero hay que reconocer que, aunque Patricia Cornwell nos acabe defraudando con el final de una saga, siempre nos quedará buena opinión de ella, por haber sabido captar la esencia de la novela negra, y sobretodo por haber conseguido captar público de ambos sexos sin recurrir a los eternos clichés.
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